Sunday, January 28, 2007


Déficit de atención TDAH, y Cumplimiento Terapéutico.

Jorge Orrego.

Hay que tener presente que parte de la resistencia

De diagnosticar TDAH en adultos está la satanización de los estimulantes y su posible utilización para fines no terapéuticos. Uno de los problemas es que quizás estos pacientes no sean poco cumplidores sino Hiper –cumplidores.

Y es que el factor Impulsividad podría tener importantes consecuencias en el cumplimiento

Del tratamiento por parte de adulto. La dificultad de posponer el refuerzo, podría inducir al paciente

A sobre-dosificarse y consumir, por ejemplo, el medicamento de un mes en corto tiempo, y en ese sentido una de las técnicas de medición del cumplimiento terapéutico como el recuento de las tabletas consumidas, podría conducir a error si no se evalúa con la sofisticación necesaria. En el niño el control de la medicación corresponde adultos y en adultos es autorregulado, teniendo el adulto con TDAH bajo autocontrol. No obstante, por otro lado, el propio medicamento podría mediar en el impulso de consumirlo compulsivamente.

Las dificultades atencionales, pueden llevar al adulto a por ejemplo: no memorizar adecuadamente las

Instrucciones de dosificación, u olvidar consumir la dosis, u olvidar haberla consumido ya con la subsiguiente posibilidad de sobre-medicación, perder el medicamento, olvidar donde se

Ha guardado, etc. Todo lo cual además de facilitar el mal cumplimiento terapéutico, puede ser una fuente de auto-castigo o reproche por parte de si mismo y/o su medio social, ya que este estilo de comportamiento puede ser interpretado, como negligencia o falta, acentuado trastornos asociados.

Y, aunque el mismo medicamento puede ayudar a que estas conductas no tengan lugar, también cabe esperar que ante la mejora subjetiva, el paciente desplace la actividad de la medicación de sus prioridades, con la consecuente facilitación de su olvido y la reaparición de la sintomatología, a lo que reaccionaria el paciente con una vuelta a la medicación, produciéndose así un círculo vicioso.

También se ha de considerar que puede influir en el cumplimiento terapéutico el miedo al rechazo social, o el rechazo social propiamente tal por parte del entorno del paciente, ante el conocimiento de que el paciente toma medicación estimulante, y/o padece un déficit, el cual además se asocia comúnmente a la niñez.

Por último, no existen estudios concluyentes sobre los efectos indeseados del tratamiento farmacológico, ni sobre sus consecuencias a largo plazo. Algunos de estos efectos podrían incidir en el incumplimiento terapéutico como una decisión razonada por parte del sujeto, en respuesta los efectos adversos.

La opinión general es que los efectos secundarios de la administración de psicoestimulantes son relativamente infrecuentes y que muchas veces aparecen por no prescribirlos convenientemente:

Incremento de la frecuencia cardiaca, nausea, vómitos, estreñimientos, dolores abdominales,

Rash cutáneo, insomnio, vértigo, estereotipas motoras, tics y movimientos coneiformes, hipersensibilidad

Auditiva, hormigueo en miembros, disforia o malestar psicológico, incremento o aparición de irritabilidad, pero tal vez el mas importante sea la

Aparición de trastornos sicóticos de tipo paranoide, a pesar de su desaparición con la retirada del psico

Estimulante. También puede aparecer labilidad emocional, caracterizada por un llanto fácil e inmotivado y tristeza.

Dos secundarismos pueden ser especialmente difíciles de detectar: el deterioro cognitivo debido a la prescripción de dosis excesivamente altas y que puede ser confundido como síntoma de TDAH

Factores que influyen en el cumplimiento terapéutico:

Una buena información al paciente y su familia si fuera necesario respecto

Al tratamiento.

La correcta dosificación y frecuencia de las tomas

Influye negativamente el hecho de que algunos adultos experimenten por su cuenta con las dosis y las tomas de la medicación, hay que tener en cuenta que una de las características del

Trastorno es la impulsividad, la dificultad para postergar el refuerzo, que los lleva, a veces, al abuso compulsivo de sustancias.


Influyen negativamente las influencias externas: amigos familiares medios de comunicación, y la

Irresponsabilidad de algunos profesionales al estigmatizar el uso de estimulantes en contextos terapéuticos.

El grado de aceptación del paciente en cuanto al tratamiento.

Crítica o burla por parte del medio social del paciente a la toma de medicación, situación que es muy frecuente en niños que toman metilfenidato (Debería serlo aún más en adultos).

Tener cuidado de que cuando por situaciones de estrés ocasional, aparecen síntomas parecidos a los que se están tratando, estos suelan interpretarse como respuesta insuficiente.

La posibilidad de que el paciente tome otras sustancia ilícitas (alcohol) así como ilícitas, que puedan interferir con el tratamiento.

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